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Tras la aplicación, la piel vuelve suave, radiante y lista para recibir todos los beneficios de su rutina diaria de cuidado de la piel.
Ideal para Todo tipo de piel.
Varios géneros de olores:
Frescos: en esta tipología, hallamos los cítricos, los frutales, los de agua marina … Desprenden un fragancia que solemos delimitar como “limpio”, agradable. Son aquellos que dan un toque refrescante, enérgico.
Dulces: son los perfumes envolventes, hipnóticos, ciertos dirían que “melosos”, que recuerdan las gominolas o bien nubes de caramelo. Son fragancias con un toque mágico.
Secos: en esta clasificación encontramos las olores que huelen a incienso con notas de madera, como el cedro, ya veces mezclan condimentas dulces como la canela.
Florales: los perfumes que mezclan fragancias que recuerdan a las flores, como el jazmín o bien las rosas.
Donde aplicar el perfume
Diríase que hay que perfumar donde queramos que nos den un beso, es decir en zonas reservadas. Y las zonas estrella son el cuello, la nuca, el escote, tras la oreja y en la parte interna de la muñeca.
En suma, como veis, el perfume es parte integrante de nuestra personalidad. De tal modo que, perfumarse, nos distingue entre el resto, y nos hace sentirnos y vernos mejor.
Si bien para muchos, el mejor perfume es el olor natural de nuestra piel, siempre y cuando éste sea agradable, claro.